El Palacio fue construido a finales del siglo XVII,
en 1690, para la familia Zenobio, que era una familia
patricia de origen griega que se había establecido
en Verona. La familia Zenobio obtuvo el título
de patricia en 1647 por el Senado Veneciano. El palacio
se construyó en los fundamentos de un edificio
Gótico pre existente del siglo XIV, perteneciente
a los Morosini y más tarde adquirido por la
familia Zenobio, Pietro y Verità, y transformado
en un edificio imponente y moderno para aquella época,
eso demostrando el estatus creciente que la familia
había ganado en el ruedo político veneciano.
Este Palacio es considerado uno de los ejemplos más
significativos del diseño tardo Barroco Veneciano,
tanto a nivel de arquitectura como a nivel de decoraciones.
En comparación con otros palacios de la misma
época, con su jardín de considerables
proporciones, no es típico de la arquitectura
veneciana. El salón de baile está situado
detrás del balcón central de la fachada
principal y se extiende en dos plantas. Una pequeña
escalera en el ala izquierda (a la que entra la luz
del pequeño patio) permite acceder al “Piano-
Nobile”. Gaspari conservó la mitad del
“portego” original del edificio Morosini
y añadió una “serliana”
para distinguirla formalmente del salón de
baile. El salón de baile del Palacio tiene
la altura de dos plantas. El magnífico salón
de baile en la primera planta es lo más destacado.
Se armoniza maravillosamente con el estuco y las pinturas
coloreadas del artista francés Louis Dorigny,
que creó un fresco trompe-l’oeil en el
techo. Majestuosos y complejos marcos pintóricos,
historias mitológicas, desnudos estatuarios
adornados con guirnaldas, alfombras orientales en
trompe-l’oeil y enanos burlescos demuestran
el opulento estilo barroco. Grandes espejos amplian
el espacio y aumentan la atmosfera encantadora. Se
dice que el jóven Giambattista Tiepolo ha sido
un collaborador del Jefe de los Artistas. Durante
los años treinta del siglo XVIII, la familia
le encargó a Tiepolo un cuadro adicional destinado
al techo de la habitación que daba hacia el
jardín.
El conde Salvi vendió el Palacio al la Orden
de los Mekhitaristas en 1850. el año siguiente,
la Escuela Rafaeliana se trasladó aquí
de Ca’ Pesaro, donde se había fundado
en 1836 gracias a la generosa donación de un
mercante armeno de la India.
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